Queridos amigos y amigas,

Este último mes no ha sido fácil para las muchas madres nuevas y embarazadas a las que atendemos, ni para nuestro equipo. Una de nuestras madres embarazadas de Beer Sheba escribió esta sentida nota a su consejero el 12 de mayo, después de dos días y dos noches de ataques con misiles:

“Shalom, pido oración por mi familia y por mí misma porque cuando las sirenas de advertencia sonaban en la noche, mientras mis hijos y yo nos apresurábamos a bajar al refugio antiaéreo, sentí dolor en el pecho, mi pulso se aceleró y tenía un terrible dolor de cabeza. Justo ahora, la sirena volvió a sonar y tuve fuertes contracciones como dolor de parto. Tenía miedo de dar a luz en el refugio antiaéreo con mis hijos mirando. Todavía es demasiado pronto para dar a luz, pero he tenido muchas contracciones en las últimas semanas. Solo tengo 37 semanas, pero Dios sabe y tiene Su tiempo. Por favor, dennos fuerza recordándonos en sus oraciones. ¡Muchas gracias!"

Doy gracias a Dios porque nuestros consejeros pueden animar a las mamás. Doy gracias a Dios por sus oraciones y las oraciones de los santos de todo el mundo que están con Israel en amor y compromiso. Que el Señor los bendiga por su apoyo y fiel amistad. Nos regocijamos sabiendo que el Rey de Reyes reina sobre nuestra nación. “Les he dicho estas cosas para que en Mí tengan paz. En este mundo tendrán problemas. ¡Pero animaos! Yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)

Con un corazón agradecido,

Sandy

Tigist y bebecita Sirin

Tigist tiene 21 años, está casada y ama mucho a su marido. Su primer año de matrimonio ha sido duro porque su marido ha tenido que seguir esperando una visa de trabajo. El embarazo también puso mucha tensión en su matrimonio. Él le dijo que se hiciera un aborto y le dijo que incluso sacaría dinero de sus ahorros para pagarlo. "¡Acabemos con esto, no podemos permitirnos un niño!" Tigist estaba devastada y profundamente decepcionada con su esposo. Afortunadamente, su madre le contó sobre Bead Chaim y Tigist decidió llamar a nuestra línea directa. Dijo que las conversaciones que tuvo con su consejero le dieron la confianza para elegir la vida para su bebé. La promesa de ayuda práctica a través del proyecto Operación Moisés le permitió sentirse segura de que no le faltarían los artículos que necesitaba para el bebé durante todo un año. Bebecita Sirin nació a principios de abril.

Su esposo no estuvo con ella en el hospital, pero le dio la bienvenida a su casa. Él todavía tiene una actitud y le cuesta mucho aceptar a su bebé. Ella siente que él está más distante de ella desde el embarazo. Ella realmente espera que su hermosa niña los acerque más.

Ella compartió su profunda gratitud por toda la ayuda y el apoyo que ha recibido a través de Be’ad Chaim.

Inna y bebecito Arbel

Inna es una nueva inmigrante de Ucrania. Tiene 38 años, está casada y tiene tres hijos. Su marido trabaja en una fábrica y la mitad de su salario se destina al alquiler. No tiene familia aquí en Israel y ha expresado lo sola que se siente. Espera que su madre pueda volver a visitarla cuando se levanten las restricciones de viaje.

La abuela de su esposo vivía con ellos, pero recientemente falleció. Inna todavía está de luto por la pérdida porque fue como una madre para ella. La ayudó con los niños y amaba a la familia.

Cuando Inna se enteró de que estaba embarazada de su cuarto hijo, se hundió en una depresión. No quería más hijos, se sentía cansada todo el tiempo y la relación con su marido no era muy buena. Él quería que ella abortara, pero ella se negó. Ella tuvo un aborto en el pasado y todavía se sentía traumatizada por ello. Nunca le había dicho a nadie cómo se sentía emocionalmente después del aborto, y simplemente no esperaba que su esposo la entendiera. Durante su embarazo, ella y su esposo iniciaron un proceso de divorcio. Ella estaba desesperada por ayuda. Cuando su amiga le habló de Be’ad Chaim, encontró compasión y un oído atento. Se dio cuenta de que no estaba sola y esto marcó una gran diferencia. El bebé Arbel tiene ahora dos meses. Aunque el esposo de Inna no los apoya ni se involucra en sus vidas, Inna encuentra aliento y fortaleza a través de sus amigos y de su atento consejero de Be’ad Chaim.

Limor y bebecita Leah

Limor tiene 27 años y ha tenido una vida difícil con muchos problemas de confianza. Se hizo muy cercana a nuestro consejero y dijo que siempre esperaba con ansias sus reuniones. Se divorció después del nacimiento de su primera hija. Unos años más tarde, ella y su novio concibieron un bebé que murió solo unos días después del nacimiento. Cuando volvió a quedar embarazada, estaba aterrorizada. Ella compartió con su consejero que estaba luchando con mucho dolor y enojo, sufría de depresión y estaba tomando medicación regular para ello. Nuestra consejera, Larissa, pudo darle a Limor el amor y el apoyo que necesitaba y la inscribió en el proyecto Operación Moisés. Esto le proporcionó todos los muebles para su bebé más vales mensuales para todo un año para comprar las otras cosas esenciales que necesitaría. Su hermosa y saludable hija Leah nació en febrero. Limor ahora está casada con un conductor de autobús escolar que estuvo desempleado durante los cierres de COVID. Limor espera días mejores y le encanta quedarse en casa por ahora con su preciosa Leah.

Ranya y bebecita Yaara

Ranya tiene 37 años y es madre de 11 hijos. Ella y su gran familia viven en un apartamento diminuto. Su esposo no puede encontrar trabajo y viven del apoyo del gobierno, pero todavía luchan por llegar a fin de mes. A pesar de la dificultad, su adorable hija Yaara, que acaba de celebrar su primer cumpleaños, es un regalo precioso para ellos. Yaara tiene una discapacidad auditiva y necesitará un audífono. Debido a la pérdida de audición, le resulta difícil comunicarse con otras personas. Ranya está preocupada y estaría agradecida por sus oraciones.

Natalie y bebecita Anaelle

Natalie, de 20 años, había estado en una relación durante varios años con su novio. Lamentablemente, él tomó malas decisiones y ahora está cumpliendo condena en la cárcel. Natalie tuvo problemas cuando descubrió su embarazo, pero los padres de su novio la invitaron a vivir con ellos. Su bebé Anaelle tiene ahora cuatro meses. La madre de Natalie estuvo con ella en el parto y los padres de su pareja han sido un gran apoyo para ella como nueva madre. Natalie aún no ha llevado al bebé a visitar a su pareja en la cárcel, pero planea presentarle a Anaelle cuando sea un poco mayor. Natalie y su novio conversan durante la semana, pero ella se preocupa porque no sabe cómo la apoyará a ella y a su bebé una vez que salga de la cárcel. Esta foto muestra a Anaelle con una camiseta que dice: "Mi papá es un héroe, pero mi mamá es la jefa". Oramos para que el padre de Anaelle se convierta realmente en un héroe para su familia.

Brezaf y los bebés gemelos Surafel and Rafael

Brezaf, ahora en Israel durante diez años, se casó con su esposo en Eritrea, pero lo precedió en Israel. Mantiene a cuatro hijos de un matrimonio anterior en Eritrea con sus escasos ingresos limpiando casas. Brezaf y su esposo intentaron durante años tener un hijo propio, después de haber soportado el dolor de seis abortos espontáneos. Cuando finalmente pudieron concebir, su esposo decidió que no quería mantener más hijos, ¡pero resultó que ella estaba embarazada de gemelos! La pareja se separó y vivió en ciudades separadas hasta que nacieron los gemelos. Todo lo que Brezaf ahorraba cuando estaba empleada se destinaba a pagar facturas médicas y hospitalarias, ya que no tenía seguro médico desde que perdió su trabajo durante el brote de COVID. Estos bebés son muy importantes para ella. En abril nacieron los gemelos Surafel y Rafael. Brezaf tuvo la bendición de haber recibido un cochecito o carriola doble y 2 cunas con sábanas a través de nuestro Proyecto Operación Moisés. No podía haber imaginado que una organización la supliría tan generosamente con todas sus necesidades esenciales para los gemelos. Su esposo ha regresado a casa e intenta ayudar cuando puede, pero Brezaf agradecería sus oraciones por su relación y por su vínculo con sus hijos pequeños.

Aviva y bebecito Vatche

Aviva, de 35 años, está casada y tiene dos hijos, de siete y dos años. Ella dice que el niño de dos años es muy activo y siempre hay que supervisarlo. Cuando Aviva se enteró de que estaba embarazada de nuevo, consideró seriamente la posibilidad de abortar ya que su situación financiera era muy mala. Ella dijo: "Pensé que era cruel traer a un niño a este mundo sin medios para criarlo, pero luego me di cuenta de que la sola idea de matarlo sería cruel". Afortunadamente, Aviva se puso en contacto con nosotros y pudo recibir el amor, la atención y el apoyo que necesitaba. Bebé Vatche nació en abril con agua en los pulmones, por lo que el médico tuvo que resucitarlo. Gracias a Dios ahora está bien.

Debido a que tanto Aviva como su esposo perdieron sus trabajos durante la crisis de COVID, la ayuda que recibieron a través del proyecto Operación Moisés ha sido invaluable.

Roma y bebecita Milla

Roma tiene 22 años, está casada y tiene dos hijos. Ella es una árabe israelí que no habla nada de hebreo, por lo que utiliza un traductor para comunicarse con nosotros. Su esposo vive separado de ella en Belén y no tiene la ciudadanía israelí.

Cuando Roma se enteró de que estaba embarazada de nuevo, entró en pánico. Su esposo no estaba nada contento con la noticia, pero dentro de la cultura musulmana, el aborto no es visto como una opción. Tenían miedo de decirle a su familia que incluso consideraban un aborto. Se sintieron atrapados y buscaron ayuda en línea. Roma nos encontró a través de Google. Be’ad Chaim, como lee en este boletín, ayuda a todas las mujeres y valora cada vida sin importar su nacionalidad, religión o raza. Dios ha creado a cada ser humano a Su imagen y cada uno merece el derecho a vivir. Roma, al igual que las otras 500 mujeres a las que estamos atendiendo actualmente, se inscribió en el proyecto Operación Moisés, que le proporcionó las necesidades del bebé para su nueva hija Milla, nacida hace unas semanas. Roma está muy agradecida por nuestro apoyo y agradecería sus oraciones para que Dios bendiga sus vidas.

Sanación después de una pérdida reproductiva:

Estamos agradecidos por las muchas mujeres que acuden a nosotros en busca de ayuda después de un aborto espontáneo, muerte fetal. Recientemente estuve en el hospital durante el nacimiento de mi nieto más reciente, y la partera me dijo que Be’ad Chaim es bien conocido entre el personal del departamento de ginecología como un lugar que ofrece ayuda a las mujeres después de la pérdida de un bebé. Fue una gran bendición saber de nuestra excelente reputación en la comunidad de boca de una enfermera en este gran hospital de Tel Aviv. Nuestro objetivo es poder satisfacer las necesidades de mujeres y hombres en duelo después de una pérdida reproductiva.

Los Jardines de la Vida, con sus numerosos bancos de oración y versículos de la Biblia en placas bellamente diseñadas, sigue siendo un lugar tranquilo en el centro de Israel donde la gente puede venir a buscar paz y consuelo después de la pérdida de un bebé. Se han plantado miles de árboles en memoria de los bebés que no fueron cargados. Todos son bienvenidos a plantar o pedir a nuestra anfitriona de oración que plante un árbol en honor a un niño.

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